martes, 24 de marzo de 2020

24 DE MARZO: MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

Libros infantiles prohibidos 


“El pueblo que no quería ser gris” de Beatriz Doumerc

El pueblo que no quería ser gris fue escrito  e ilustrado por Ayax Barnes y fue prohibido por la dictadura cívico-militar en 1976. Los autores se exiliaron en 1977 pero continuaron trabajando en sus obras. La Editorial Colihue reeditó todos sus libros.
El pueblo que no quería ser gris cuenta la historia de un rey al que no le interesaban las personas y sólo daba órdenes. Un día ordenó que todos pintaran sus casas de gris. Todos lo hicieron menos uno, que vio una paloma roja, azul y blanca y se le ocurrió usar esos colores para pintar su casa y esa idea se fue contagiando entre los vecinos del pueblo y llegó a la comarca cercana. «Y, como pueden ustedes imaginar, este cuento que acá termina por otro lado vuelve a empezar». 

Este libro fue prohibido por la dictadura cívico-militar, a través del decreto N°1888 del 3 de septiembre de 1976. Como señala la notificación de Encotel enviada a la editorial: «De mi mayor consideración: me dirijo a usted a efectos de poner en su conocimiento que, por Resolución N° 437/76 SC, se prohíbe la circulación por los servicios postales de la Empresa, de las publicaciones tituladas «La Ultrabomba" y «El pueblo que no quería ser gris», editadas en la Capital Federal de conformidad con los prescripto en el artículo del Decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 1888/76. Saluda a usted atentamente. 
Aldo Colli, Jefe de la Sección Promoción del Departamento de Correos.”



Fuente: Canal You Tube Universidad Nacional de Córdoba

Cortos producidos por el Centro de Promoción y Producción Audiovisual de la Prosecretaría de Comunicación Institucional, el Centro de Producción del Departamento de Cine y Tv de la Facultad de Artes y los Servicios de Radio y Televisión de la UNC.



Un elefante ocupa mucho espacio: Prohibidas las huelgas de Elsa Bornemann

En 1976, Un elefante ocupa mucho espacio, el libro de Elsa Bornemann, (fue elegido para integrar la Lista de Honor) del Premio Internacional “Hans Christian Andersen”, otorgado por International Board on Books for Young People, con sede en Suiza. Un año después era prohibido en la Argentina por relatar una huelga de animales. El decreto, fechado el 13 de octubre de 1977, incluía también a El nacimiento, los niños y el amor, de Agnés Rosenstiehl, editado —junto al de Bornemann— por Librerías Fausto.

(Señalaba el decreto militar:) “En ambos casos se trata de cuentos destinados al público infantil, con una finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica del accionar subversivo (…) De su análisis surge una posición que agravia a la moral, a la Iglesia, a la familia, al ser humano y a la sociedad que éste compone.”

“A lo largo de seis meses no pude escribir. Superado ese lapso, compuse la nouvelle titulada Bilembambudín o El último mago —publicada enseguida por Editorial Fausto— y a partir de ahí continué con la escritura, contra viento y marea. Pero la prohibición afectó particularmente mi relación con la existencia. En especial, debido a la gran cantidad de personas que decían apreciarme, quererme y que se borraron por completo a causa del decreto militar. Por extensión arbitraria del mismo tuve vedado el acceso a todo establecimiento de educación pública (de cualquier lugar de la Argentina y de cualquier nivel) hasta que terminó la dictadura.”

Elsa Bornemann, escritora.